Aroma de Jazmín (el don de la oportunidad)

20160602_124341 1

Hay un día a la semana que toca hacer la compra. No es que no me guste, de hecho me divierte bastante, pero siempre se me ocurren un montón de cosas mejores que hacer. La cuestión es que hay un día que, cuando ya no hay ni un triste melocotón, ni una gota de leche, cuando hasta el gato te reclama algo que llevarse a la boca, finalmente no queda más remedio que ir a hacer la compra. Entonces lo disfrazo de acontecimiento, diseño todo un recorrido y aprovecho para escoger cosas especiales y caprichosas.

Engancho el carro (monísimo todo él, con fotografías de frutas y verduras), me pongo el bolso de ir a la compra (uno pequeñito en el que apenas caben el monedero y las llaves) y salgo de casa sabiendo que volveré tarde y cargada hasta las cejas. Banco, farmacia, la primitiva (porque yo también tengo esa esperanza y si no, por lo menos me compro unos euros de ilusiones que me duran toda la semana) y después atravieso el parque, hasta la plaza.

Este parque es extraño. Antes eran cocheras de ferrocarriles y han dejado las paredes de los edificios, para delimitarlo. Algunos rincones recuerdan esos palacios dominados por la vegetación que vemos en algunas películas ambientadas en la selva tropical.

Uno de esos rincones mágicos se anuncia a sí mismo por el intenso olor a jazmín que desprende incluso antes de llegar a verlo. Y está a la vista de todo el mundo. La gran suerte es tener la capacidad de darse cuenta. Es todo un descubrimiento que pasa desapercibido a la mayoría de gente que pasa por mi lado. No se dan cuenta de lo frágil que es el jazmín y del privilegio que supone estar aquí en este momento, que solo hay un día en el que puedes ver una mata de ese tamaño totalmente florido, más blanco que verde, que mañana todas estas flores habrán caído, que el momento es ahora. Estoy un poco mareada y no sé si es por la impresión o por el fuerte perfume de las flores.

Continuamente pasan cosas extraordinarias a nuestro alrededor, personas especiales a nuestro lado, coincidencias afortunadas, posibilidades al alcance de nuestra mano. Lo que no pasa tan a menudo es que nos demos cuenta y seamos capaces de aprovechar la oportunidad.

Efectivamente, llego a casa con los brazos doloridos de tanto peso. Lo primero que hago, no lo puedo evitar, es prepararme una taza de té de Jazmín. Este me lo trajeron de china y son unas bolitas de flor de jazmín que se abren al contacto con el agua caliente. El aroma y el sabor son  muy suaves y no necesita endulzarse. La inspiración me da para crear mis propias flores en forma de galleta.

Ya recogeré la compra más tarde.

20160613_102852 te           P1060696 1

Galletas de Jazmín

Para las galleta necesitamos 250g. de mantequilla, 250g. de azúcar, 2 huevos, 650g. de harina, un chorrito de leche para ligar la masa y aroma de flor de azahar. Para la decoración, azúcar glass, la clara de un huevo y aroma de flor de azahar. Todos los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente.

Empezamos.

Mezclamos la mantequilla con los huevos y el azúcar. Vamos añadiendo la harina tamizada (si no tenemos tamiz, nos sirve un colador). Puede que parezca que no se liga. Muchas veces depende del calor que haga o de lo grandes que sean los huevos.  Si es así, le echamos un chorrito de leche. Si vemos que queda demasiado suave, le añadimos un poco de harina. El resultado tiene que quedar como una pastelina manejable. Yo la hago en la panificadora con el programa de “masa” y ni me ensucio las manos.

Dividimos la masa en cuatro, la aplanamos en cuatro placas de más o menos medio centímetro de grueso, entre dos hojas de papel de hornear y lo ponemos en la nevera un par de horas. Los expertos dicen que conviene dejarlo 24 horas. Yo no he notado la diferencia.

Una vez fría (y dura) la masa, podemos usar los moldes que queramos para dar forma a las galletas. Las ponemos en una placa de hornear y las cocemos alrededor de 15 minutos. Hasta que tengamos el punto de horno, hay que vigilar.

Con la masa sobrante, volvemos a aplanar y la volvemos a meter en la nevera, mientras esperamos que se cueza la primera hornada.

Cuando las galletas estén frías, toca decorarlas y eso es lo complicado. De todas maneras, sin decorar también están buenísimas y es un recurso maravilloso para una tarde de lluvia con niños.

Preparamos lo que se llama “glasa real” para cubrirlas. Hay que mezclar la clara de huevo con la esencia que hayamos escogido y el azúcar glass hasta hacer una crema suave y un poco espesa. Armarse de paciencia, necesita sus buenos 15 minutos de cariño mientras la mezclamos. La ponemos en una manga pastelera con la boquilla finita y delimitamos el perímetro de la galleta. Cuando se seque la podemos rellenar. Y para el puntito negro del centro, podemos teñir un poco de glasa. Ya depende de las ganas de distraerse que uno tenga.

Feliz semana

 

 

5 pensamientos en “Aroma de Jazmín (el don de la oportunidad)

  1. Buenos días a todas ,
    A mi me hacia ilusión tener un Jazmín y mi hija el día de la madre me sorprendió con uno ,que ilusión me hizo ,esta brotando con mucha rapidez y lo voy colocando en mi terraza ,entrelazado me encanta el olor y lo mimo mucho
    Que pasadaaaaaa de galletas Carolina son moniiiiiiiiiiiisimas da pena comérselas jejeje

    Me gusta

  2. Yo también me emociono cuando el olor de Jazmín me persigue , digo me persigue porque aveces no encuentro el Jazmín . Dicen que es el olor de los Ángeles osea que sino lo ves es que quizás hay un Ángel a tu lado !!!

    Me gusta

  3. Hola Carolina , m´ha encantat el teu escrit sobre les flors de gessamí .I les galetes tan primaverals que són el teu toc personal són maquíssimes de forma . Un gran regal per desitjar alegria i felicitat a les persones que estimes .
    Ara cal posar en pràctica la teva recepta . A veure sí me’n surto.
    Com sempre el teu art escrivint és cada cop més creatiu i original .
    Per cert, no t´oblidis de comprar res . Gràcies per regalar-nos la teva originalitat plena de poesia .
    Que tots els seguidors i seguidores del » blog » de la Carolina tingueu un dia ben floral
    Mari Pau Huguet .

    Me gusta

Deja un comentario